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INSTITUCIÓN EDUCATIVA SAN PABLO Resolución
16170 del 27 de Noviembre de 2002 “Nos formamos en el saber, saber hacer y el ser para la vida” |
GUÍA DE APRENDIZAJE
ÁREA O ÁREAS
INTEGRADAS |
C. SOCIALES |
GRADO 8-9 |
CS2 |
GUÍA Nº |
2 |
PERIODO |
2° |
TIEMPO
DE DESARROLLO DE LA GUIA |
7 SEMANAS |
DOCENTES |
William Barrientos. Email: wbarrientos99@gmail.com WhatsApp 3104339879 Edgar Holguín, WhatsApp 3122371815 |
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TEMA |
Movimientos sociales en Colombia |
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DBA RELACIONADO |
Describe las
características de las regiones naturales de Colombia Interpreta las
características de la organizaciones sociales |
TEORÍA Y EJEMPLOS |
EVIDENCIA DE APRENDIZAJE: • Reconozco que los derechos fundamentales de las personas están por
encima de su género, su
filiación política, religión, etnia… Realiza un resumen de los temas a
continuación y ejecuta las actividades que aparecen en la guía. MOVIMIENTOS SOCIALES EN COLOMBIA
En palabras del filósofo
y especialista en historia Mauricio Archila, los movimientos sociales se
pueden definir como acciones colectivas permanentes que buscan generar transformaciones en situaciones
consideradas injustas o de inequidad, por sus características de
explotación o exclusión. Dichos movimientos evidencian problemáticas y
conflictos que afectan a una comunidad o a grupos específicos, como es
el caso de los movimientos indígenas colombianos. Por ello, su accionar tiene
un gran potencial político y
simbólico al buscar incidir en cambios de manera permanente sobre dichas
situaciones de injusticia o inequidad.
A lo largo del siglo XX
han surgido diversas movilizaciones sociales en Colombia, que tienden a
reclamar mejores condiciones de vida y mayores
oportunidades de participación política. En principio podríamos pensar que los movimientos de mayor
representación han sido los obreros, los campesinos y los indígenas. Las
luchas de estos movimientos durante las décadas
del 20 y el 30 estuvieron asociadas tanto a la defensa de la tierra, como a las condiciones salariales de los
trabajadores vinculados a la naciente industria de los años 30. Desde las décadas de 1970 y 1980, han
hecho aparición en la escena social movimientos que, hasta entonces no eran
representativos. Estamos hablando de las expresiones de los grupos
feministas, los estudiantes y los sectores cívicos, que han ampliado el
espectro político de las movilizaciones sociales en el país. Con base en las investigaciones de
Mauricio Archila sobre los movimientos sociales en Colombia, se evidencia que entre los actores más representativos se
destacan los asalariados, seguidos de los actores cívicos, los campesinos y los estudiantes. Los sectores más
combativos, con excepción de la industria manufacturera, fueron precisamente quienes tenían prohibida la huelga por ser considerados
servicios públicos: el magisterio oficial y los trabajadores de la salud pública, las telecomunicaciones,
el sistema judicial y, particularmente, los bancarios. En su mayoría coinciden con los trabajadores públicos, lo
que se explica en parte por la expansión del empleo estatal en el sector terciario de la economía a partir del Frente
Nacional (Archila: 2003, p. 184). En la actualidad hemos visto un resurgir
de los movimientos sociales “tradicionales” dentro de los cuales ha sido representativa la movilización de
los sectores indígenas y campesinos. En este punto es importante recordar las acciones que se han liderado desde
la Minga indígena del Cauca en los últimos cinco años (la minga es una tradición de trabajo comunitario
con fines sociales. En el Cauca, ha trascendido al plano político para reivindicar derechos de las comunidades
indígenas del departamento) y las movilizaciones de los campesinos en defensa del mandato agrario de 2003. Veamos un breve comentario al respecto: Entre el 7 y 8 de abril del 2003 se
llevó a cabo el Congreso Nacional Agrario, en donde participaron campesinas y campesinos, indígenas y afrodescendientes;
sus organizaciones, tanto del nivel nacional como regional y local; los productores agrícolas y ganaderos de
espíritu progresista y patriótico, y sus agremiaciones y agrupaciones; los profesionales y técnicos afines a
la actividad agropecuaria y sus asociaciones; los desplazados que organizadamente trabajan por el retorno
seguro a sus lugares de origen; los investigadores, académicos y universitarios comprometidos en la
búsqueda de una paz con justicia social; los diseñadores de políticas
públicas agrarias; los ambientalistas y
ecologistas; los políticos y parlamentarios interesados en la temática rural;
las centrales y federaciones sindicales
nacionales; las Iglesias y religiosos; los maestros y las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y
de paz”. Durante el congreso se trabajó en temas
como el derecho a la tierra, la reconstrucción de la economía agropecuaria y agroalimentaria, la
protección del medio ambiente, la política concertada con los cultivadores de
coca, amapola y marihuana, los derechos
sociales económicos y culturales del campesinado, indígenas y afrodescendientes, el reconocimiento
político al campesinado, el reconocimiento de las mujeres campesinas, el derecho a la territorialidad y el fin
del desplazamiento forzado. Las mujeres campesinas de todo el país
participaron y presentaron sus propuestas. En este espacio se dio a Conocer la Agenda de las Mujeres, que
las campesinas se comprometieron a socializar. Las campesinas manifestaron ACTIVIDAD 1 Indaguemos
en diversas fuentes como textos, revistas y artículos de prensa sobre la
Minga indígena. ¿Quiénes la conforman y qué acciones han adelantado? Indaguemos si en el lugar donde
vivimos existen grupos de trabajo, asociaciones o acciones lideradas por mujeres, o grupos indígenas o
campesinos. Con base en el texto anterior,
realicemos un listado de los principales problemas y derechos que demandaron
las comunidades campesinas, indígenas y
afrodescendientes durante el Congreso Nacional Agrario del año 2003. Contrastemos el listado para
establecer algunas semejanzas con algunas situaciones del lugar donde
habitamos. Comunidades de resistencia y Comunidades de
paz Frente al conflicto social y armado en
la Colombia de hoy, paralelo a las organizaciones de desplazados que existen en las principales ciudades, han
surgido movimientos como el de las Comunidades de resistencia del Sur de Bolívar y las Comunidades de paz en
Urabá, Magdalena Medio y otros lugares del país. Ejemplo de esto es la Comunidad de paz
de San José de Apartadó, la cual se declaró como tal el 23 de marzo de 1997, después de que el casco urbano
de ese corregimiento quedara vacío, ya que la mayoría de familias se habían marchado a raíz de las dos masacres
perpetradas por miembros del Ejército en septiembre de 1996 y en febrero de 1997, y en las que habían
arrasado con los líderes con que contaba el corregimiento. Los campesinos de las veredas
esperaron que con la declaratoria de Comunidad de paz fueran respetados y así poder seguir en sus tierras,
pero estaban equivocados: grupos armados ilegales realizaron operativos en
las veredas, asesinaron a personas de la comunidad y a muchos de ellos
les colocaron uniformes camuflados con el fin de aparentar que habían sido
asesinados en combate. A los habitantes de las veredas se les
dio plazo de tres días para abandonar las tierras y todo aquel que no cumpliera la orden sería asesinado.
Esta amenaza provocó que a los tres días perdieran la vida muchos habitantes; entretanto, los
sobrevivientes de la masacre se ubicaron en el caserío de San José y desde
allí comenzaron a resistir en contra de
la ‘lógica de la guerra’ hasta el día de hoy. (Silva: 2008). ACTIVIDAD 2 Teniendo como base el texto anterior,
respondamos las siguientes preguntas: Indaguemos en diversas fuentes como
textos, revistas y artículos de prensa sobre las Comunidades de resistencia y
de Paz. ¿Quiénes las conforman? ¿Qué acciones han adelantado? Analicemos los resultados con nuestros
compañeros y establezcamos algunas conclusiones. ACTIVIDAD
3 Con ayuda de nuestro profesor,
formulemos algunas preguntas de interés en torno a alguna problemática social que se presente en el lugar donde
vivimos. Podemos tener en cuenta, por ejemplo, situaciones
de desempleo, desplazamiento forzado, conflicto y violencia, tenencia de las tierras, entre otros. Taller 2 ¿Qué semejanzas encontramos entre nuestro
PPP y las empresas más exitosas de nuestra región? ¿Cómo
aporta el patrimonio cultural de la región a nuestro PPP? Respondamos a las siguientes preguntas: ·
¿Qué significado le damos a la palabra
“herencia”? ·
¿Y si
ahora le agregamos otro término y hablamos de “herencia cultural”, qué
pensamos al respecto? Utilicemos una variedad de
materiales (preferiblemente materiales reciclables como
periódicos de la región y revistas, o incluso materiales que puedan hacer más llamativo nuestro trabajo) para realizar un
afiche o cartelera sobre nuestras herencias culturales.
Pensemos para ello en algunos mitos y leyendas de la región, fiestas que se
celebran, conocimientos que se tienen sobre el
aprovechamiento de algunos recursos naturales o la creación de objetos artesanales, entre otros. Las acciones humanas guardan en sí
mismas los legados y herencias de antepasados cuyas huellas permanecen en nuestro presente mediante el valor
de las tradiciones, costumbres, expresiones, oficios, objetos y relaciones cotidianas, configurando identidades
diversas y colectivas. Es decir que nuestras prácticas son expresiones culturales y median nuestras ideas de
belleza o fealdad; nuestros gustos, por ejemplo los gastronómicos; nuestros intereses y las formas de concebir el
mundo. De esta manera, la UNESCO acuñó el
término Patrimonio cultural para designar al conjunto de todos los vienes, materiales (tangibles, visibles) o
inmateriales (intangibles, invisibles), que por su valor propio deben ser
considerados de interés relevante para la
permanencia de la cultura de un pueblo. El patrimonio cultural es la herencia
propia del pasado, con la que un pueblo vive hoy
y que transmitimos a las generaciones futuras (UNESCO: 1982). El patrimonio inmaterial, con base en
los aportes y lineamientos de la UNESCO comprende las “tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales,
rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas
vinculados a la artesanía tradicional.” (UNESCO: 2003, p.4). El patrimonio inmaterial resulta de gran importancia para
la humanidad, pues es una forma viva que nos recuerda las prácticas tradicionales y, además, se recrea y
transforma al ser trasmitida de generación en generación. Este proceso
favorece un sentimiento de pertenencia a la comunidad,
de cohesión social y de continuidad a través del tiempo, pues nos permite
relacionar nuestro pasado, presente y futuro como colectivo social. El patrimonio tiene un gran valor
social que no necesariamente está relacionado con lo económico. Sin embargo, Nuestro
PPP puede jugar un papel importante en la articulación entre estos dos
valores-el social y el económico estos dos valores –el social y el
económico–. Es decir, aportar a la construcción, reconfiguración y
transmisión de las manifestaciones patrimoniales que forman
parte de la cultura y, a su vez, potenciar el valor económico en la comunidad con base en el reconocimiento
de los saberes sobre la elaboración de un producto patrimonial y su posible uso comercial. Por
ejemplo, la elaboración de objetos artesanales; la expresión de la cultura en festivales, carnavales, eventos y ferias; la producción de elaboración gastronómicos y prendas de
vestir; y las expresiones artísticas como los bailes o la literatura
local. En esta medida nuestro PPP podría aportar a la valoración del patrimonio cultural de la región,
y vincular a otros actores de la comunidad como mujeres y hombres artesanos, o adultos mayores que poseen el
conocimiento de prácticas, oficios y expresiones propios de la tradición y cultura de la región, en una
perspectiva de producción de bienes y transmisión a otras generaciones de dichos conocimientos y tradiciones. De
otro lado, el patrimonio material como los monumentos, edificaciones, conjunto de objetos y elementos físicos también
pueden favorecer al PPP desde una perspectiva turística que permita la creación de rutas, sitios de
interés y generación de actividades artísticas en espacios tradicionales. Es
decir, configurar relaciones espaciales que se
alimentan de la evocación y uso de los lugares que gozan de una alta carga simbólica por su valor
cultural. Este interés en torno al patrimonio
cultural se relaciona con la preocupación de los peligros y consecuencias de la desaparición de las herencias y
huellas culturales en el contexto actual. Esta es una tarea importante ya que la modernización del mundo ha implicado una
pérdida de los referentes sociales de cohesión e identidad de una comunidad, generando conflictos del
sentido de pertenencia y singularidad cultural. Esto muchas veces hace que los referentes sociales se vuelvan
invisibles o marginados.(UNESCO: s.f.) La modernidad y los procesos de
modernización: sus efectos en Colombia
La modernidad se
considera como un momento de la historia de occidente que se caracteriza por
construir ideales liberales de desarrollo y progreso
económico, político y cultural, como referentes de civilización y proyecto de
una nueva sociedad; así se busca tomar
distancias de aquellas prácticas y costumbres sociales consideradas tradicionales o conservadoras. Ello implicó
un gran interés por promover nuevas prácticas sociales asociadas con la figura del ciudadano, el uso de la
razón y el desarrollo de las ciencias como esquema para comprender el universo, es decir, una perspectiva más
centrada en el conocimiento que se puede obtener a través del método científico. A su vez, surgen con la
modernidad instituciones sociales como la familia y la escuela, que
estuvieron a cargo de ser el núcleo de
multiplicación de este nuevo proyecto de sociedad. RESOLVAMOS Busquemos
en nuestras casas o en nuestro colegio diversos elementos que consideremos
que pueden evidenciar el patrimonio inmaterial de la región. Comparemos qué elementos aportó cada
uno de los integrantes del grupo de trabajo. Elaboremos en hojas de papel una
presentación de cada objeto para que todas las personas de nuestra clase aprendan sobre su uso. Invitemos a vecinos, adultos mayores y
a nuestras familias, a que reconozcan el valor de su patrimonio y compartan con nosotros sus
conocimientos sobre la gastronomía, la música, los oficios, la narración
oral, los objetos artesanales, los ritos,
las costumbres, la literatura local, etc. Por ejemplo, se puede organizar la celebración de la cultura de nuestra
comunidad; creemos los rincones de los juegos tradicionales, música y bailes, mitos en el que podrían muchos abuelos o
adultos mayores contarnos sus historias, feria de las comidas tradicionales, entre otras actividades. Tema general. Tema para investigar Hablemos de Colombia y los diferentes
nombres que ha tenido en su historia |
ACTIVIDAD EVALUATIVA 2 |
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Se enviará taller para ser enviado vía
WhatsApp o correo electrónico al docente que direcciona la asignatura |
CIBERGRAFIA Y BIBLIOGRAFÍA |
Caminar en secundaria, Aprendamos Haciendo 2,
grados 8-9 |